Pa amb oli - los pequeños placeres de la vida
Hay entre nosotros aquellos que son capaces de celebrar el momento, apreciar el fino placer o disfrutar de la hermosa vista. Estos simples placeres nos hacen disfrutar de la alegria de vivir. Una rebanada de pan frotada con tomate y rociada con aceite de oliva, es uno de esos platos que nos llevan a recordar los tiempos felices de nuestra infancia.
El Pa amb oli (en castellano: pan con aceite), es una de las preparaciones más típicas de la cocina mallorquina. En el siglo XVII aparece la receta panboli bo en el recetario Modo de cuynar a la mallorquina de Jaume Oliver, exactamente como la actual pero aún sin tomate. Nèstor Luján afirma que la primera referencia escrita de pan con tomate data de 1884, y desmiente que la implantación del pan con tomate en Cataluña tuviera que ver con la inmigración murciana, como se había dicho popularmente. Según esta teoría, los trabajadores murcianos del metro de Barcelona, en los años 20 del siglo XX, plantaban tomateras al lado de los raíles para untar el pan seco. Según la tesis de Nèstor Luján, el pan con tomate se habría ideado en el mundo rural, en un momento de abundancia en las cosechas de tomate, para aprovecharlos y así ablandar el pan seco.
Se elabora frotando tomate crudo y maduro sobre una rebanada de pan, preferiblemente de pagès (pan de payés), tostado o no, aliñado al gusto con sal y aceite de oliva. Si se desea, una vez tostado el pan y antes de untar el tomate, hay quien restriega ajo para darle sabor picante.
En Mallorca el pa amb oli se elabora restregando una variedad de tomate denominada tomàtiga de ramellet (tomate de ramillete), cultivada al efecto, de inferior tamaño, con un gusto ligeramente más salado y amargo que la variedad del tomate estándar comercializado en Europa y de piel más dura y seca, lo que permite una conservación superior a la del resto de variedades del tomate, pudiendo incluso alcanzar los seis meses. En Mallorca el acompañamiento paradigmático incluye camaiot (embutido graso típico de la isla), queso mahonés, jamón serrano y aceitunas mallorquinas, negras o verdes, especialmente amargas por su alto grado de mineralización, como consecuencia de su recolección tras días en la tierra, y no directa del árbol.
Xisco Funetes 'El pan' |
Xisco Fuentes 'Tomate de ramillete' |
Panaderia con historía
Uno de los locales más históricos y emblemáticos de Palma es Can Miquel, el Forn de Sa Pelleteria. Miquel Pujol Ferragut, que ha llevado la panadería casí 50 años se hizo popular dentro y fuera de Mallorca por sus excelentes ensaimadas, elaboraba más de 30 variedades entre dulces y saladas, pero en especial por sus famosos ‘cremadillos’, considerados los mejores de Mallorca.
Xisco Fuentes 'Miquel' |
Su abuelo Miquel Ferragut Cirer se pagó el viaje a Sudamérica haciendo de panadero en alta mar. Cuando el barco se inclinaba hacia un lado, horneaba del otro. Y cuando volvía a torcer, pues viceversa. Corría el año 1913 y el periplo no duró mucho tiempo. En 1914, Miquel ya estaba de vuelta en Mallorca. «Llegó a la conclusión de que tal y como tenía que ganarse la vida en Sudamérica, también podía hacerlo en Mallorca; al final, no hizo fortuna ni en Sudamérica ni en Mallorca».
Xisco Fuentes 'El cierre de Ca'n Miquel' |
Comprado por su abuelo materno Miquel Ferragut en 1914, lo cierto es que los orígenes del horno se remontan a 1565, cuando era el Forn d´en Reixac. Característico era el horno moruno de medio arco y tres metros de diámetro que funcionó perfectamente hasta el último día.
Xisco Fuentes 'El horno' |
Xisco Fuentes 'El peso de panadería' |
Enlances:
http://www.josloft.com/2012/08/29/tomates-de-ramallet/
http://omnibus-dubitandum.blogspot.com.es/2012/09/el-verdadero-origen-del-pan-con-tomate.html
http://ultimahora.es/mallorca/noticias/local/2014/118344/fallece-miquel-pujol-del-forn-pelleteria.html